El jueves Lardero anuncia que comienzan los días de Carnaval. El Conde del Salchichón y sus adláteres ya rondan por las calles de la ciudad para pasar unos días de diversión y jolgorio.
El Carnaval es una de las fechas más divertidas para menudos, menudas y no tan menudos. Pueden vestirse con las ropas que más les gustan, llevar calcetines cambiados, gorros, sombreros, pajaritas, caras pintadas…incluso convertirse por unas horas en sus ídolos o en seres fantásticos y mitológicos para divertirse y disfrutar.
Pero el Carnaval de Zaragoza es mucho más…tiene una larga tradición y unos personajes que recorren la ciudad con su gracia y picaresca desde unos días antes del Gran Carnaval.
¡Vamos a contaros quiénes son!
EL CONDE DE SALCHICHÓN
El Conde de Salchichón preparaba la llegada de Don Carnal para que todo saliera bien. Flaco como un salchichón, adorna su traje de noble con unas cosas muy raras: un pollo muerto y unas longanizas, es el primero en llegar y el último que se va, volando por los aires, hasta el año siguiente.
LA MOJIGANGA
A los zaragozanos y zaragozanas nos encanta disfrazarnos todo el año. Y más en Carnaval, claro, y también salir a la calle con la cara tapada para que nadie nos reconozca, vestidos de lo que no somos, con ropas viejas y extrañas, y cantando, haciendo música, ruidos y bromas. La mojiganga era un desfile divertido y, a la vez, crítico y burlón con el poder y las normas sociales.
DON CARNAL Y DOÑA CUARESMA
Don Carnal es el Rey del Carnaval y simboliza las cosas buenas de la vida: la carne, comer, beber, divertirse, las bromas, la fiesta, la risa y todo lo que da placer al cuerpo. Algunos lo ven como un demonio...como Doña Cuaresma, que con su cara de aburrida representa todo lo contrario.
EL CABALLERO DE LA HORNILLA
El Caballero de la Hornilla es un noble de la corte de Don Carnal y el amigo y compañero del Conde de Salchichón. En vez de bastón lleva un palo de asador lleno de carne y embutidos y siempre está dispuesto a ponerlo a asar en el primer hornillo que se encuentre. Se ve que le gusta comer, ¿verdad?
EL REY DE GALLOS
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