La ciudad aragonesa guarda muchos misterios por descubrir, muchos rincones por explorar y muchas tradiciones para seguir. Lo que no es ningún secreto para nuestros aragoneses y sobre todo para nuestros menudos y menudas son los típicos caramelos de la ciudad, denominados adoquines y los cuales toda España debería disfrutar del placer de haberlos probado al menos una vez en la vida.
